Apología de la pedofilia en la U. de Chile: la venganza de la ultraderecha

 

Pedofilia, Universidad de Chile, manipulación, ultraderecha

"Las técnicas para mentir y controlar las opiniones se han perfeccionado en la era de la posverdad: nada más eficaz que un engaño basado en verdades, o envuelto sutilmente en ellas" señaló el doctor en periodismo Alex Grijelmo en El País. Y agregó: "la mentira debe tener un alto porcentaje de verdad para resultar más creíble. Y mayor eficacia alcanzará aún la mentira que esté compuesta al cien por cien por una verdad. Parece una contradicción, pero no lo es".

A pesar de los estudios, pruebas, confesiones y hasta nefastos efectos políticos a nivel mundial de la manipulación mediática  - Brexit, elecciones de Trump y Bolsonaro, ataque al Capitolio, etc. - cada vez que se utiliza, legos y académicos olvidan las advertencias y actúan tal como se pretende: indignados contra el "enemigo poderoso" de la derecha, es decir, cualquier fuerza democrática. Las lamentaciones vienen luego, cuando ya es tarde.

En nuestro país, decenas de investigaciones prueban que la manipulación fue el arma de demolición de imagen contra el proceso Constituyente que pretendía reemplazar la Constitución de la dictadura. 

Entre ellas, Contexto Factual, demostró que los ataques a la CC en redes sociales fueron claramente coordinados, no espontáneos, con una lógica de agresión sistemática y ascendente. 

Se mezclaron mentiras con verdades, se difundieron mentiras completas y se fomentaron discursos de odio gradualmente, usando fechas, horarios y cuentas seleccionadas, de manera de mantener la atención en condiciones óptimas para el ataque. 

Todo ello con la ventajosa resonancia que permiten las redes sociales, que gracias a sus detallados perfiles de usuario aumentan la efectividad de los mensajes que se inoculan y al eco de medios de comunicación, que al reproducirlos sin ningún análisis,  los validan. 

Y entonces, la magia: el deseo del 80% de la población manifestado en urnas, de acabar con la Constitución de la dictadura y tener una Carta Fundamental democrática y representativa de la ciudadanía se acabó. 

Pero hubo un actor emblemático que estaba pendiente. La Universidad de Chile, que puso toda su infraestructura al servicio del proceso democrático y, gracias a ello, se pudo dar inicio al trabajo constitucional. 

Demoler la imagen de la universidad más antigua y de mayor prestigio del país requiere tiempo, dinero y coordinación.

Y ello comenzó este 24 de diciembre, una fecha simbólica para el mundo católico conservador, que además tiene la ventaja de dar más de un día en que la universidad no puede responder institucionalmente. Como un regalo navideño perverso, la imagen de la universidad fue reducida a un plantel que fomenta la "apología de la pedofilia".

La difusión de la tesis de maestría "Pedófilos e Infantes, pliegues y repliegues del deseo", de Leonardo Arce Vidal, causó lo esperado: repudio y profusa viralización.

Todos y todas se sienten indignados con los textos destacados, los comparten y comentan alimentando cada vez más los sentimientos negativos que provocan, extendiendo responsabilidades a la institución completa y a cualquiera que ose cuestionar algún aspecto de lo sucedido, sin haber existido a la fecha una investigación administrativa ni menos una revisión de pares independiente sobre la tesis de la polémica. 

Desde connotados académicos hasta personas que jamás han pisado la universidad, comparten reacciones emocionales básicas, que pueden estar siendo pulsadas con técnicas mejoradas y aumentadas de manipulación mediática que, desde Cambridge Analytica, han favorecido especialmente a la ultraderecha mundial.

Pocos se atreven a cuestionar el origen del mensaje y sus intenciones, y si lo hacen son rápidamente aplastados con la falacia del hombre de paja: "entonces apoyas la pedofilia". Le ocurrió al hermano del Presidente, Simón Boric, solo por compartir un tuit de Hillary Carroll que apuntaba al principal promotor de la tesis de Arce como un reconocido miembro de ultraderecha, el mismo sector que creó redes de apoyo para Paul Schaffer, Fernando Karadima y otros pedófilos y depredadores sexuales:




Nada es casual


La difusión del mensaje implícito "la Universidad de Chile hace apología de la pedofilia" comenzó a las 2.28 am del 24 de diciembre en Twitter, la red más política de todas. A esa hora la cuenta RevisionistaCL destaca una tesis similar sin dar nombre de autor ni profesor guía. Únicamente se señala la universidad a la que pertenece: "El deseo negado del pedagogo: ser pedófilo", tesis de PEDAGOGÍA en la Universidad de Chile para ser profesor de educación media". 

El tuit obtuvo más de 377 mil reproducciones y sirvió para colgar nuevas acusaciones contra la Universidad de Chile, incluyendo más tarde la tesis de Arce. 

Según Alex Grijelmo, la insinuación es la primera de las herramientas para instalar creencias falsas, ya que es más simple y menos arriesgada que la mentira. La cuenta RevisionistaCL es influyente. Tiene más de 7.400 seguidores y se presenta como interesada en el mundo científico y académico. Tiene gustos transversales, sigue desde cuentas feministas hasta republicanas.

Ya en horario de oficina, a las 10.03 am, la cuenta Rodrigo Ceballos (@Rodrigo23521669) hace explotar Twitter al comentar la tesis - de 2016 - de Arce. La publicación obtuvo más de 1,5 millones de reproducciones y es la misma que despertó la sospecha de la historiadora feminista Hillary Carroll por la vinculación política de Ceballos, que se define a sí mismo como "anticomunista, libertario y patriota" además de "influenciador en redes sociales"

Luego, cuentas con bandera chilena (distintivo de los seguidores del Partido Republicano) relacionaron las publicaciones de Ceballos y RevisionistaCL, potenciándolas, compartiendo y creando notas propias.

El mensaje pedofilia-Universidad de Chile inunda y se contagia a través todas las redes y hasta en foros universitarios. Se agregan gradualmente detalles de la ya establecida perversión académica, siempre enfocados en la Universidad de Chile / Facultad de Filosofía, en los datos que verificaban la información, y en sus protagonistas, el autor de la tesis y la profesora guía, Olga Grau.

Ya a las 6 pm del 24 de diciembre Radio Biobío publica la primera nota de la polémica, transformando dichos en redes sociales en verdad periodística. El artículo servirá para usarse como "prueba" adicional.

Biobío es el mismo medio que publicó el bulo sobre "el carrete" de los convencionales en un bar de Concepción. Sobre ello, el periódico Resumen escribió: "Cabe precisar que Radio Bío-Bío, tanto en su contenido radial como en su web, ha tenido como misión constante atacar a la Convención -haciendo eco de las columnas de opinión de su dueño, Tomás Mosciatti- para intentar desprestigiarla de cualquier forma".

Ya en Navidad, otros medios copian publicaciones de influenciadores de RRSS (usualmente periodistas y comunicadores sociales, que hacen activismo o son mercenarios de la desinformación) y consiguen cuñas obvias, como preguntar a la Defensoría de la Niñez su opinión. 

El 26, la Facultad de Filosofía y Humanidades admite que la tesis fue aprobada y que iniciará una investigación. Pero en vez de aplacar la indignación la reaviva, al agregar que los trabajos académicos son "de corte puramente teórico" y que en este caso se cumplieron las exigencias.  

El 27, ya anunciada una comisión parlamentaria sobre el tema, la rectora de la Universidad de Chile presenta una esperada declaración pública, donde en esencia reitera que se hará una investigación. 

Tras cuatro días en las tendencias (el 28 amaneció con #pedofilos y Octubrismo), no hemos encontrado ningún análisis sobre qué tiene esta tesis en particular, que la diferencie de otras acusadas de apologías de la pedofilia, en el entendido que aberraciones de este tipo pueden ocurrir en cualquier plantel académico y que, tal como se ha compartido, existen otras tesis similares mucho más recientes.

Del plantel y su vínculo con la Convención Constitucional ya hemos hablado. Faltan los protagonistas.

Arce y Grau


El profesor Leonardo Arce no sólo es abiertamente homosexual, sino que también es capaz de arriesgarse y llegar hasta las últimas consecuencias, dentro de la legalidad, cuando siente que sus derechos han sido vulnerados, como demuestra una demanda que interpuso en 2014 contra una discoteque que le impidió ingresar en pantalones cortos.

Su sexualidad ha sido ampliamente destacada desde cuentas patriotas y libertarias. Pese a que los datos demuestran que la pedofilia es un delito que cometen con más frecuencia hombres heterosexuales y con familia, se ha vinculado históricamente con la homosexualidad. 

Por ello, resulta sencillo calzar la homofobia que aún persiste en sectores conservadores con culpabilización a los homosexuales sobre este delito y, de paso, levantar sospechas sobre discursos progresistas que apoyan sus demandas.

De su tesis se han difundido la dedicatoria y citas seleccionadas que despiertan el repudio. Hasta el momento no se ha presentado una revisión independiente del texto que pueda confirmar o descartar,  si se trata efectivamente de una apología de la pedofilia o no, en el entendido que citas descontextualizadas no bastan para sostener una acusación.

La presunción de inocencia no existe en redes, menos en una polémica que cuenta con la mejor herramienta del engaño, la tesis es real y fue aprobada. La criminalización de Arce (también un elemento importante de la difusión), se extiende a los más cercanos a la tesis. Basta dejar correr la falacia del consecuente: si A es cierto, B también es cierto.

De esta forma se ha sentenciado también a la filósofa y académica de 77 años Olga Grau Duhart, la profesora guía. Como pruebas en su contra, el mismo tipo de cuentas ha difundido sus estudios sobre Simone de Beauvoir y especialmente una cita sin contexto de su publicación La Violencia de un Olvido.  

Radio Biobío le dedicó a Olga Grau una nota completa este martes 27, lo que catapultó su nombre como tendencia en Twitter.  El artículo parte con la misma cita viralizada en redes,  habla de su abundante producción académica y la describe como "especialista en estudios de género, sexualidad y filosofía", temas ante los cuales lo raro sería no encontrar una cita polémica o que no moleste a sectores reaccionarios, por ejemplo los estudios de género, a los que llaman despectivamente "ideología de género".

No se habla de su perfil personal y político. 

De acuerdo al filósofo Tirso Troncoso Olga Grau fue la única mujer que integró un grupo de filósofos emblemáticos, que constituyeron la resistencia a la dictadura cívico militar de Pinochet. 

En este grupo también estuvo el reconocido académico, ensayista y filósofo Pablo Oyarzún Robles.

Oyarzún fue candidato a rector de la Universidad de Chile para el período 2022-2026, perdiendo frente a Rosa Devés. 

Al igual que en dictadura, no ha dejado de expresar su pensamiento social, ni de aportar sus reflexiones. Como una figura respetada nacional e internacionalmente, sus palabras pesan. 

Hace poco más de un mes advirtió que el panorama político actual está favoreciendo el avance de la ultraderecha y que no sería raro que Chile terminara gobernado por el líder republicano José Antonio Kast.

 "Este gobierno ha tenido muchos problemas, ha sido muy difícil poder tener algún tipo de control de la agenda, de la situación. Ver para dónde vamos, cómo lo hacemos. Es un gobierno que se ha visto contra las cuerdas con ese condicionamiento. Yo creo que están bastante arrinconados y estamos en una situación muy compleja, desde el punto de vista político, que creo que no es auspiciosa (...) Sigo intentando entender esta cuestión, pero si uno piensa que este proceso es tan complejo, no sería raro que termináramos con Kast…"

Pablo Oyarzún y Olga Grau no sólo han estado unidos por su carrera y pensamiento político durante décadas. También fueron pareja. 

Dos pensadores incómodos para quienes rechazan los cambios democráticos, casualmente ligados a una polémica sobre un tema que convoca amplio rechazo, ¿o no es casual?


Imagen de portada: The Wall, de Pink Floyd











Share on Google Plus

Escrito por Lucía Escobar

Si llegaste hasta acá… ayúdanos a compartir crónicas y reportajes para el nuevo Chile. Déjanos un comentario y comparte en tus redes. Somos periodismo independiente y comunitario, para seguir adelante te invitamos a ser parte de nuestra comunidad con el que tú definas.

6 comentarios:

  1. Excelente artículo, Lucía, mis respetos y felicitaciones.

    ResponderEliminar
  2. Mucho pueden negar, pero es un HECHO que la izquierda ha adoptado la teoría queer, que es lo más regresivo que han inventado los hombres del complejo industrial de la diversidá en contra de mujeres, lgb y de la infancia. Tengan un tantito de vergüenza, porque vemos y leemos a diario al progrerío descriteriado y posmolerdo resignificando el género como identidad, en circunstancias en que los movimientos sociales feminista y lgb basan sus luchas en la REALIDAD MATERIAL del SEXO y son ABOLICIONISTAS del género, porque el género es opresivo. Y dejen de promover los privilegios sexuales de los machos biológicos en nombre de un movimiento social para y por mujeres y niñas y dejen a la población homosexual y bisexual en paz. Están resignificando el sexo y ahora también van por la edad, sinverguenzas? Y qué es esa m13rd4 de "Sexoafectividad intergeneracional", raritos de academia??? Ni los trastornos de la personalidad antisocial ni el narcisismo perverso son identidades, ni las parafilias son una expresión subversiva de la sexualidad hegemónica, sinvergüenzas. Ya colectivizaron su ano, sinvergüenzas??

    ResponderEliminar
  3. Ya sabemos de lo que es capaz la ultraderecha, tienen los medios y recursos del estado, ya ganaron 1 ronda con el Rechazo y van por más.

    ResponderEliminar
  4. Gracias Lucia Muy interesante y nuevamente se muestra como las personas reaccionan impulsivamente, pero no se toman el tiempo de leer la tesis y opinar con criterio propio

    ResponderEliminar
  5. Un artículo medio mentiroso sobre verdades a medias. Me pareció interesante al comienzo, pero terminó siendo un ejemplo de sí mismo

    ResponderEliminar
  6. Pucha, pensé que harías una revisión de por qué el artículo en cuestión no era apologético, en cambio, te fuiste por las ramas y terminó siendo un pasquín retórico malazo. Como izquierdas tenemos que ser autocríticxs, lo otro es narcisismo político, propio de progres culiaos.

    ResponderEliminar

Gracias por tu comentario