Cientos de niños con tos, fibre o diarrea esperando durante horas atención. Los más graves son internados en forma provisoria en la Urgencia, junto con otros que han llegado en demasía, escolares con graves crisis de salud mental. Todos a la espera de que se libere una cama, mientras los funcionarios de salud hacen lo posible por atender y contener una avalancha que nunca antes vieron. Ese es el panorama en los hospitales de niños Luis Calvo Mackenna y Roberto del Río que relatan la enfermera clínica Waleska Ubierna y el psicólogo Germán Reyes, ambos dirigentes de la Fenpruss.
- Cuando el año pasado se bajaron las medidas de aislamiento y empezaron a abrir los colegios nosotros notamos claramente el aumento de pacientes. En cuarentena teníamos entre 25 y 30 consultas diarias. Después de la apertura llegamos a entre 80 y 100 y ahora vamos sobre 200 consultas al día, dice Ubierna enfermera de urgencias con 22 años de experiencia.
- Chile está catalogado como un país de alto flujo de enfermedades respiratorias en invierno, con virus que están presentes todos los años, como el sincicial (VRS) que produce cuadros graves como apneas y neumonías, especialmente en los lactantes que no han tenido contacto con los virus. Nosotros les llamamos "niños burbuja", porque en teoría han estado aislados de todos los virus.
Protegidos durante la pandemia, por la alta adhesión general a las medidas preventivas como el uso de mascarillas y por las familias que hicieron fracasar las aperturas del sistema escolar durante los primeros dos años, los niños burbuja (no expuestos a los virus respiratorios) aumentaron tanto en volumen como en la gravedad de la enfermedad que desarrollaron luego de infectarse.
- La realidad en los hospitales de niños a nivel nacional probablemente es la misma: las unidades críticas están colapsadas con niños con enfermedades respiratorias y en general el niño llega con mayores niveles de gravedad.
Esto se venía venir, porque los infectólogos y broncopulmonares del hospital (Roberto del Río) decían que la condición de cuidado que generaba la pandemia, que los niños estuvieran encerrados, el uso permanente de la mascarilla y los niños que nacieron en los primeros dos años pandemia iba a generar un grupo importante que no tenían defensas para enfrentar los virus tradicionales, por lo que se esperaba que hubiera una afluencia importante.
- En Urgencias se supone que no hay niños hospitalizados, pero se hace. Nosotros tenemos unos 20 niños en espera de cama al día que no pueden subir (a hospitalizarse) porque si no tienes el personal, las camas no existen. Tampoco se puede contar con hacer derivaciones porque ahora también está colapsado el sistema privado. Tiene que haber voluntad de resolver esto rápido. Se necesita invertir en traer más profesionales, especialistas, dice Germán Reyes.
- Me preparé mentalmente para lo que se venía - afirma Ubierna - y le dije al director que me daba pena porque pese a ver lo que pasó con las olas de Covid en adultos, la gente no logró entender lo que significaba una Ola Pediátrica, el colapso de todo el sistema:
- A veces atiendo sin parar en la urgencia y aún así tengo entre 4 y 6 horas de espera. Y este año es peor, por primera vez nos pasa que no hay cupo en UCI en más de 24 horas. Y en la espera los niños se agravan y las familias se ponen súper agresivas y nos insultan. Después de que nos aplaudieron, ahora somos los peores seres humanos del mundo.
Lo que repercute en el personal, agotado y enfermo tras dos años de pandemia.
Por eso siempre me preocupó la apertura de forma tan rápida, con el nivel de ausentismo laboral en los hospitales el riesgo es esto y se viene peor, porque sin personal no hay camas y podríamos llegar lamentablemente, aunque suene duro decirlo, a lo que pasó con los adultos mayores: finalmente se salvaba a los que tenían más posibilidades y al resto tenías que dejarlos.
Los llamados triages, que en las olas Covid significó dejar de dar soporte vital a adultos mayores de 80 y 70 años a medida que avanzó la pandemia, en el caso de la Ola Pediátrica podría afectar especialmente a los bebés.
Covid o No Covid
Ambos profesionales confirman que la mayor incidencia y los casos más graves son por virus sincicial, tal como informa el Ministerio de Salud, pero su experiencia difiere en el rango de edad informado (menores de 5 años). Lo que se observa directamente es que el VRS se encuentra preponderante en menores de 2 años de edad y un gran porcentaje en menores de tres meses.
Ello no excluye que el resto de los virus también envíen niños al hospital. Entre pre-escolares y escolares predominan Influenza y Covid-19 en el Hospital Calvo Mackenna. Además, los datos ocultan distorsiones que revela la enfermera Ubierna:
- No se examina el panel completo de virus respiratorios, solamente se usan test de antígenos para detectar influenza A y B, Covid-19 y V.R.S. (Sincicial) “Por ejemplo se dice que no hay Rotavirus, pero no se sabe, porque no se testea”.
- Se da prioridad al VRS debido al riesgo de apneas y neumonía en lactantes y es obligatorio para bebés de 0-3 meses, "en los demás es aleatorio de acuerdo al diagnóstico".
- El testeo acotado a los tres virus respiratorios mencionados, también está limitado a los niños que necesitan hospitalización, es decir los casos más críticos. El grueso de los menores que llega a consultar por cuadros respiratorios a Urgencias no son testeados, lo que es habitual en todos los servicios públicos. “Por recursos y porque el tratamiento es el mismo, se considera solo el diagnóstico de cuadro viral.
Pero tener un diagnóstico más certero tiene relación con el comportamiento y secuelas de cada virus, explica la dirigenta de Fenpruss.
- Por ejemplo con VRS entre el quinto y séptimo día se desarrolla el cuadro más grave. Y entonces la mamá dice 'vine al segundo día y no le encontraron nada' y no hay cómo explicarle que en ese período los niños hacen apnea y mueren.
En el caso del Covid-19, no tener pruebas ha hecho que aumenten los registros por otras enfermedades, aún cuando para los equipos de salud pueden ser secuelas de Covid-19 y, en parte, puedan explicar la gravedad con que se manifiestan los cuadros respiratorios actuales.
- En 2020 y 2021 en las UCI teníamos pacientes respiratorios Covid-19 y No Covid. En este último grupo se consideraba a todos los que ya había pasado el tiempo de cuarentena de 15 días. Ese aislamiento ahora es de 7 días y si el enfermo se hospitaliza a los 10 días con una neumonía, aunque todos tenemos claro que esa es una secuela del Covid-19, no se registra como tal, sino solamente como Neumonía.
- Si al niño no le tomaste el panel viral también queda registrado como No Covid. Pero luego, junto con broncopulmonares del hospital hemos visto radiografías de algunos niños más grandes y en su opinión efectivamente pudieron haber cursado Covid asintomático. Hay muchas situaciones poco comunes que comentamos en los hospitales, como alergias y cuadros asmáticos en niños que nunca habían tenido asma. Y si hacemos una historia familiar para atrás la mamá o la abuela tuvieron Covid-19, pero ellos pasaron desapercibidos.
A la falta de datos que describan la real situación epidemiológica de los niños, Ubierna suma la pérdida de trazabilidad general y el daño que ha producido en las familias la definición de Alerta Covid.
- Trabajé toda la pandemia, incluso fui voluntaria en la UCI - Covid del Hospital Tisné y jamás me contagié Covid. Tengo las cuatro vacunas, se cuidarme y me enfermé ahora por un brote que afectó casi a la mitad del curso de mi hija. Yo saqué la peor parte, estuve 8 días hospitalizada con oxígeno.
Nadie vigila los brotes en colegios, ni que las cuarentenas escolares se cumplan. Y los protocolos están mal hechos. Si el papá o la mamá son positivo los hijos se tienen que quedar en casa porque es imposible que toda la familia no se contagie. Pero si no tienen síntomas, los declaran Alerta Covid y deben seguir asistiendo a clases. Y al revés, si los niños dan positivo y no son menores de dos años, las mamás no tienen licencia médica a menos que gasten en el examen y la consulta, por lo bajo $50.000, para que se compruebe que también lo son, aún cuando muchas veces veas que las madres están peor que sus hijos. Así, aunque haya un enfermo, el resto de la familia debe seguir circulando. Y si no hay testeo, ni siquiera saben con qué virus.
Salud mental
Si el aumento y la gravedad de los niños con enfermedades respiratorias no fuera suficiente, los casos de menores de 16 años con problemas psiquiátricos graves, como intentos de suicidio, auto lesiones y agresiones a otras personas también aumentaron a niveles inéditos. Actualmente al hospital Calvo Mackenna llegan a urgencias entre 5 y 7 menores promedio en la semana, de los cuales 3 a 4 necesitan hospitalización, cuenta la enfermera Ubierna.
- En mis 22 años trabajando sólo vi un par de veces niños de 10 o 12 años con intentos de suicidio. Ahora llegan niños que han sufrido abusos muy graves, que son agredidos en las redes sociales o que no toleran las pérdidas o el abandono de los papás. Estamos hablando de niños que se quieren colgar y que se cortan.
- Creo que en Chile existe mucha violencia intrafamiliar y abuso intra domiciliario que se potenció cuando las familias tuvieron que encerrarse. Antes de la pandemia, los niños podían contener el daño compartiendo con conocidos o amigos. Pero luego quedaron solos.
Pese a que la salud mental de los menores fue central en el discurso del retorno a clases, las condiciones para contener los daños ya producidos siguieron siendo las mismas:
- En Chile no existe un ambiente apropiado para pacientes psiquiátricos pediátricos. No tenemos hospitales psiquiátricos para niños. El Calvo Mackenna y Roberto del Río son los únicos hospitales que conozco que incluyen esta atención. Así, todas las urgencias que vienen de los hogares, colegios y de los tribunales, nos llegan. Incluso recibimos niños con Isapre. Eso hace que también colapse el sistema de Urgencias, porque se trata de niños que necesitan vigilancia 24/7. Y es agotador porque no están las condiciones para tener cuatro chicos con problemas psiquiátricos en una Urgencia, tienes que estar pendiente si se agita, de darle medicamentos, de contenerlo.
La posibilidad de que uno de estos menores se contagie con un virus respiratorio mientras está en Urgencia y luego sea internado también es compleja debido a la dinámica propia de las unidades de salud mental.
- Allí los pacientes no están en camas ni aislados, sino que hacen actividades de grupo en una sala cerrada, e interactúan permanentemente entre ellos y el personal. Entonces basta que llegue un contagiado y reparte para todos, por eso han habido brotes, explica Germán Reyes
¿Reconversión de camas?
Cuando las UCI de adultos estuvieron saturadas en las primeras cuatro Olas Covid-19, los hospitales de niños ayudaron a descongestionarlas aumentando la edad de atención de sus pacientes, subiendo el límite de los 15 a los 18 años de edad, recuerda Ubierna.
Esto no se corrigió ante la inminente Ola Pediátrica, a lo que se suma otro hecho conocido por el sistema de salud, invertir el proceso reconvirtiendo camas de hospitales de adultos a camas de niños no es tan simple:
- Es muy difícil reconvertir camas de adultos en camas pediátricas, porque el personal de adulto no está preparado para atender niños. Por ejemplo, en la atención pediátrica se ocupan micro dosis por kilo de peso. Si a un adulto le inyectas una ampolla con 1 cc más o menos, no pasa nada. Pero en un niño, 1 cc demas, cambia su historia clínica.
- En equipos, los ventiladores son distintos y sólo se pueden reconvertir en caso de adolescentes que son más similares a un adulto, Y además tenemos muy pocos médicos especialistas en UTI pediátrica y habría que preguntarle al Colegio Médico por qué no se forman más utiólogos.
Pese a que por años se ha enarbolado el discurso de los niños primero, eso no ha significado que la mercantilización de la salud, que ha llevado al límite de precariedad a los servicios públicos, sea un poco más controlada en los hospitales infantiles:
- El valor por hora de médicos, enfermeros y tens en el Hospital Roberto del Río es uno de los más bajos de Santiago y pese a que recibimos un pequeño incremento en el valor de la hora extra tampoco alcanza para tener un nivel competitivo en el mercado de la salud, porque aquí manda al mercado. Al final de cuentas nos vamos quedando sin personal, como creo que sucede en la mayoría de los hospitales. Y entonces llegamos al día de hoy, con el hospital sin camas y los pabellones dedicados sólo a atenciones de urgencia y todas las cirugías programadas están detenidas, cuenta Reyes.
Según los dirigentes de Fenpruss, se ha hecho lo mismo en todos los gobiernos: paliar los déficit con Campañas de Invierno, en los que se entregan recursos para contratar personal de refuerzo. Pero con el gran ausentismo laboral tras dos años de pandemia, lo que hoy sucede es que esos recursos son destinados para contratar reemplazos, no personal extra.
- No hubo campaña de invierno en 2020 y 2021 porque los niños estaban protegidos y los virus respiratorios contenidos. Sólo llegaban niños con Covid-19 prácticamente. Pero de golpe menores que nunca habían asistido a un colegio o a una sala cuna volvieron al sistema y tenemos una avalancha mayor de niños complejos y graves. Se sabía que se venía una oleada grande, pero no se tomaron las decisiones ni la velocidad necesarias y eso pasa porque las personas que deben hacerlo no son las correctas, afirma Germán Reyes, que pone como ejemplo al Servicio de Salud Metropolitano Norte del cual depende su hospital.
- Los servicios de salud son críticos, tienen a cargo toda la red asistencial local y las decisiones que allí se toman. Hasta ahora sigue de director del SSMN Guillermo Hartwig, nombrado en el gobierno de Sebastián Piñera ¡es Ingeniero Comercial! En 2020 Hartwig eligió como director del Hospital de Niños Roberto del Río a un Traumatólogo, Néstor Ortega ¿Sabe a quién rechazó? A la pediatra y actual Ministra de Salud María Begoña Yarza.
- Hartwig está de vacaciones desde el 11 de marzo pasado, cobrando su sueldo, mientras el servicio mantiene la inercia de sus decisiones. Entonces, en medio de todo esto, estamos pidiendo intervención del Ministerio de Salud en el hospital, porque hay vicios y nos da rabia que han abusado del sistema.
En todos los gobiernos se hace lo mismo, todos pendientes de los "Peak" y se informa que ya va a pasar, - dice Ubierna - porque somos un país muy reactivo, que no previene. Y ahora a pesar de todo lo que sabíamos, se hace lo mismo, tratar que se baje el perfil para que la gente no se alarme.
Ahora se promueve el autocuidado y autotesteo, y se comete el mismo error del gobierno anterior, dejando la responsabilidad a la gente. Si los niños se contagian es problema de los colegios que no tomaron las medidas, no del protocolo que está mal hecho. Si la mamá no se autodenuncia no es problema de Epivigila, es la mamá la irresponsable. Entonces los papás tienen que elegir entre mandar a su hijo asintomático a clases o perder el trabajo por quedarse en la casa.
Respecto a las vacaciones de invierno extendidas que comenzarán en gran parte del país en unos días más como reacción a la crisis, Ubierna cree las tres semanas deberían ser la norma todos los años. "Porque al saltarse casi todo Julio, el flujo de enfermedades respiratorias baja y se descongestionan otras áreas también, como los "peak" de casos de adultos mayores, que también son en Julio".
- Esperamos que las vacaciones de invierno hagan el milagro y bajen las consultas. Pero con la misma política y la gente creyendo que todo está bien, temo que ocurra igual como ha pasado en estos años y la Ola Pediátrica se traslade al norte y al sur con los viajes. Hay regiones completas que no tienen hospitales infantiles. Y si hay que trasladar niños, como se hizo con adultos graves, ya no será sólo el niño que viaje sino también su familia. No sé si se está pensando y previniendo, porque al parecer los únicos que hemos aprendido de la experiencia tras dos años de pandemia somos los profesionales cínicos.
La enfermera clínica Waleska Ubierna también participó en el último capítulo de Las Decisiones Cuentan que compartimos acá:
Imagen principal: Referencial, niña de dos años internada en hospital infantil de Londres, 2022
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