"Extinguirse no es nada bueno" dijo un dinosaurio en el plenario de Naciones Unidas, recalcando cada palabra antes de emplazar a los representantes mundiales: "al menos nosotros tuvimos un asteroide ¿cuál es su excusa?" .
Gracias a la tecnología digital, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) pudo "invitar" a este especial experto en extinciones masivas, y difundir su mensaje través un video presentado en las horas previas al inicio de la COP26.
El mensaje del dinosaurio es simple y claro: la crisis climática requiere en forma urgente que los gobiernos dejen de subsidiar los combustibles fósiles y que la economía mundial sea reformada de manera profunda.
"Van hacia el desastre climático. Cada año los gobiernos gastan miles de millones de dólares en subsidios a los combustibles fósiles. ¡Imaginen si nosotros hubiéramos gastado miles de millones de dólares cada año subsidiando meteoritos! Eso es lo que están haciendo ahora mismo. Piensen en todo lo que podrían hacer con ese dinero en el mundo. Hay mucha gente viviendo en la pobreza ¿no creen que ayudarlos tendría más sentido que, no sé, pagar por la desaparición de su propia especie?
Según el último informe del PNUD que da origen a la campaña No Elijas la Extinción, los gobiernos del mundo gastan la sideral suma de 423.000 millones de dólares al año en subsidios a los combustibles fósiles para los consumidores: petróleo, electricidad generada por la quema de otros combustibles fósiles, gas y carbón.
Con ese monto, se puede financiar la vacunación Covid-19 de cada habitante del mundo. Equivale a 4 veces lo que se invierte en programas de ayuda para enfrentar la crisis climática en países pobres y 3 veces la cantidad anual que se necesita para erradicar la extrema pobreza en el planeta.
Y si se toman en cuenta los costos indirectos, incluidos los del medio ambiente, la cifra sube a casi 6 billones de dólares.
Para el PNUD los subsidios a los combustibles fósiles son ineficientes y profundizan la inequidad en el mundo. En cifras del FMI, los en países en desarrollo usan casi la mitad de los recursos públicos en apoyar el consumo de combustibles fósiles, beneficiando al 20 % más rico de la población.
Pero los datos y los informes los resume mejor el dinosaurio, que observa la ironía de que la especie humana pague por su propia extinción.
"Déjenme hablarles en serio por un segundo. Ahora mismo tienen una gran oportunidad , mientras reconstruyen sus economías y se recuperan de esta pandemia. ¡Es una oportunidad única para la humanidad! Así que aquí está mi idea loca: no elijan la extinción. Salven a su especie antes de que sea demasiado tarde. Es hora de que ustedes humanos dejen de poner excusas y comiencen a hacer cambios".
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