- Profe, ¿ puedo cerrar la ventana?
- No, lo siento, no podéis
Así decía un twit que se hizo viral en España al principio de su propio retorno a clases, en septiembre de 2020. El dilema que debían enfrentar profesores y colegios sobre la ventilación adecuada para disminuir el riesgo de contagio por Covid-19 en las aulas se hizo patente, junto a la poca ayuda que prestaban los protocolos oficiales en esta materia.
- Las normas han sido muy variadas y ambiguas. No es raro encontrar indicaciones sobre que se abra entre clases y después no se dice qué hacer, por lo que algunos profesores han entendido que se les ordena que no abran cuando hay alumnos, y eso es contrario a lo que se debe realizar, afirma Javier Ballester Castañer, académico de Mecánica de Fluidos de la Universidad de Zaragoza, investigador de LIFTEC y miembro de Aireamos, una plataforma de científicos que promueve la ventilación para frenar el contagio por aerosoles del virus SARS-CoV-2, de la que es parte también el reconocido experto José Luis Jiménez.
Por el mismo motivo, Ballester y su equipo académico decidieron apoyar en forma activa en la prevención del contagio en las aulas. Fueron a los colegios de Zaragoza, conversaron con directivos y docentes sobre sus dificultades y dudas, midieron el tamaño de las salas y el CO2 acumulado, enseñaron a utilizar el analizador de CO2 y se abocaron a crear una serie de materiales de ayuda para los colegios, que respondan a la realidad local.
Por ejemplo, dice, la Guía para la renovación de la tasa de aire en las escuelas de la Universidad de Harvard es útil para las escuelas estadounidenses donde la densidad de alumnos por sala es muy pequeña “acá tenemos aulas con 20 a 25 alumnos y aparte tienen ventilación centralizada, eso es muy escaso en España, no sé en Chile, pero es importante tenerlo en cuenta".
Con la cercanía del otoño en España el frío ha comenzado a aumentar y en paralelo, también los brotes Covid-19 en los colegios. Según el reporte semanal del Ministerio de Sanidad al 5 de febrero los brotes educativos llegaron a 413, superando los ocurridos en residencias y laborales y cuyo número es un aumento de casi el doble frente a la última semana de enero.
- Las estadísticas muestran (que los brotes escolares) han ido subiendo a posiciones en el ranking y ahora creo que superaban cualquier otra actividad, porque en las aulas es donde hay mayor densidad de personas en una sala cerrada. Por eso es importante tomar las medidas de ventilación que todos conocemos y ya están fuera de duda, y hay que ser efectivos, por lo cual espero que ustedes aprendan de nuestros errores y se pongan en marcha ahora que están a tiempo.
A nivel nacional, cuenta Ballester, si bien era conocida la importancia de ventilar para prevenir el contagio al momento del retorno a clases, recién este mes “se está empezando a dar los mensajes concretos, que hemos venido reclamando desde hace meses y es que la ventilación sea suficiente y continua de manera, que el ambiente se mantenga suficientemente limpio”.
- A nivel estatal hay recomendaciones donde se habla de ventilación en forma muy tibia. Solamente la semana pasada hubo un informe del ministerio que menciona una ventilación permanente siempre que se pueda, tampoco es tan rotunda como se debería.
- Aún hay regiones - porque las Comunidades Autónomas tienen sus propios protocolos- donde se recomienda unas pocas aperturas durante el día y eso es claramente insuficiente. Es imprescindible ventilar de forma continua porque si ventilas 5 a 10 minutos muy bien y luego cierras la sala por los siguientes 40 minutos, el nivel de contaminación del ambiente estará por encima de lo recomendado, explica.
- De forma general se habla de que la probabilidad de contagio en interiores es unas 20 veces superior a la que se da en exteriores. Si hay una persona contagiada, los aerosoles que emite con los posibles virus alcanzan a todo el mundo que está en el aula. En España se ha manejando el argumento de que se contagia al compañero que está justo al lado y eso no es cierto. En una habitación todos están cerca de todos, cuando no está ventilada.
- Los aerosoles tienen un comportamiento peculiar. No son gotas que caen al suelo sino que son suficientemente pequeñas para que queden suspendidas en una habitación. Eso alarga su efecto mucho tiempo y acorta las distancias, pues ya no estamos solo cerca del que estamos al lado, estamos cerca de todos porque lo que emitimos se mantiene suspendido y se puede propagar por la habitación. Esa particularidad hace que sean especialmente importantes y creo que no hay ninguna duda que su efecto es dominante en la transmisión del Covid-19.
El principio de la solución
- Una recomendación general - afirma Basteller - es que se ventile suficientemente bien y eso quiere decir el nivel de CO2 no supere las 700 partes por millón (ppm). Les puedo asegurar, porque lo hemos medido y calculado, que en un aula de 25 alumnos de 50 mts cuadrados el nivel de CO2 llega o supera los 2.000 ppm. Eso significa que al menos 4% del aire que hay en la habitación ha sido respirado con lo cual ya da una idea del riesgo de inhalación de aerosoles, afirma.
Para el académico, el principio de la solución es medir el CO2.
- Los analizadores de CO2 tienen un coste relativamente bajo y eso te permite saber cuál es el nivel de contaminación que tienes en el aula y en función de la lectura que da, uno ve si tiene que abrir más o es suficiente.
Los sensores de CO2 en Chile cuestan entre $25.000 y $70.000. Para Ballester lo ideal es que cada sala tenga su propio sensor de CO2, pero si la situación económica no lo permite, también se puede compartir el mismo equipo entre 6 a 8 aulas.
- En España no es la norma ni de lejos, por ejemplo, aquí Zaragoza donde vivo va un paso adelante y está intentando dotar a cada colegio público de la ciudad con un analizador, que es relativamente escaso, pero es una buena forma de empezar.
Explica que conseguir que en la sala de clases el nivel de CO2 no supere las 700 ppm no es necesario mantener todo completamente abierto y todo el tiempo, pero sí asegurar la circulación de aire.
- Ciertamente con las ventanas un poco abiertas se va a enfriar más en la época de frío, pero para hacernos una idea, nosotros hemos tomado medidas en muchas aulas y, por ejemplo, en un aula que tenga 6 ventanas y una puerta, la consigna es que se abra en forma permanente la puerta, no totalmente pero sí en forma permanente para que se produzca circulación de aire. Y las ventanas, entre 10 y 15 centímetros cada ventana es suficiente.
Sin embargo advierte que esta apertura puede variar según las condiciones climáticas e incluso por la posición geográfica de la sala.
- Siempre debemos ventilar igual de bien, pero no siempre de la misma manera. Si hay viento tal vez esas 6 ventanas abriéndolas 5 cms. cada una es suficiente. Es decir que tiene que haber una cierta corriente evidentemente tiene que entrar aire desde fuera, pero no hay que dejar que el viento corra por los pasillos o las salas porque no es necesario.
- Si hay un alumno contagiado el riesgo aumenta mucho - agrega - dicho eso, es importante distinguir dos cosas: una es la recomendación en cuanto al nivel de contaminación del aire que no supere un cierto límite y dos, que no hay una pauta única.
Y explica:
- La ventilación no se consigue abriendo las ventanas 50 cms en todos los sitios. Eso en cada lugar varía. Depende del tamaño del aula, de su orientación respecto del viento. Un día la apertura podrá ser 10 cms y con tiempo agradable será posible abrir más. Pero si no hay circulación de aire porque no hay diferencia de temperatura o no hay viento hay que abrir más por lo cual la recomendación única y la aplicación depende del lugar.
Ballester recalca:
- El analizador de CO2 es la herramienta que nos permite hacerlo bien y nos permite pasar mucho menos frío. La experiencia indica sabemos que hay aulas que están ventilando mucho, demasiado, no hace falta ventilar tanto. Siendo que la ventilación es importante, se trata de optimizarla sin necesidad de pasarse.
Totalmente dispuesto a apoyar con su conocimiento y experiencia el proceso de retorno a clases en Chile, Javier Ballester nos deja como material el documento Ventilación Natural en las Aulas Ya tengo el analizador de CO2… ¿y ahora qué? elaborado por la Universidad de Zaragoza, LIFTEC y CSIC que se puede consultar en el enlace.
La entrevista a Javier Basteller fue hecha en el marco de colaboración entre Vocería Virtual y la campaña Aire y Vida 2021 del Centro de Prevención de Crisis. Puedes verla en las redes sociales del centro directamente:
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