Las alzas en uso de camas críticas y de mortalidad en el país, son el espejo de las decisiones y acciones tomadas desde finales de 2020. Para visualizar y dimensionar la situación en que nos encontramos, consultamos al académico y Doctor en Física Rafael González, quien analiza y modela con gráficos los datos oficiales, que observa desde el inicio de la pandemia.
Las medidas implementadas por el Ministerio de Salud a finales de año y las diferencias con festivos anteriores se pueden resumir en:
Aumento de aforo para grupos familiares, de 10 personas máximo durante plan Fondéate en Casa a 30 personas en Navidad y Año Nuevo. Ambas noches con toque de queda de 2:00 a 5:00 de la madrugada, permitiendo el encierro de varias personas en fiestas donde no falta alcohol, un potente inhibidor de la percepción de riesgo en las personas.
A estos dos fines de semana consecutivos se suma la época pre-navideña. Centros comerciales con aforos de 1 persona por cada 5 metros cuadrados, el que en muchos casos no fue respetado y cuya sanción mayoritaria consistió en sumarios sanitarios. Ello permitió el flujo masivo de personas en recintos cerrados, el lugar más favorable para la diseminación del SARS CoV-2.
Así, el período Fiestas de Fin de Año aproximado va desde el 20 de diciembre al 1 de enero. Al que le sigue inmediatamente el Permiso de Vacaciones para personas de comunas en Fase 2 del plan Paso a Paso, vigente desde el 4 de enero al 31 de marzo. El permiso no establece límites al número de turistas por balneario ni exigencias sanitarias especiales, como un PCR negativo.
La Resaca
Las consecuencias más graves de la resaca de fin de año son las alzas en ocupación de camas críticas y de mortalidad.
En las Regiones, excluyendo la Metropolitana, los datos del DEIS muestran que desde el 31 de diciembre al 7 de enero los fallecimientos COVID-19 con y sin PCR aumentaron en 39% y desde la misma fecha al 19 de enero en 63%.
- La cifra más baja de fallecidos por COVID-19 en regiones, desde fines de mayo, se había logrado recién el 8 de diciembre, cuando se reportaron 175 personas. Luego aumentó hasta 397 decesos por semana al 19 de enero, lo que significa un 126%, más del doble de lo registrado antes de que comenzara el período de fiestas, dice Rafael González.
Ahora, solamente en la Región Metropolitana, entre el 31 de diciembre al jueves 7 de enero se registraron 182 fallecidos, que es un 51% de aumento en la primera semana de 2021. Y desde el 31 de diciembre al 19 de enero el alza llega a 58%.
- Desde antes del 20 de diciembre la mortalidad empieza a subir. Pero hay diferencias mientras RM llegó a sus valores más bajos en diciembre y se mantuvo fluctuando ese mes con entre 108 y 120 fallecimientos, con alzas alrededor de las fiestas, como un lomo de toro. Pero la mortalidad en regiones venía en alza sostenida desde el 8 de diciembre y después de fiestas, esta alza se aceleró.
El Acople
- Los fallecimientos entre el 3 y 10 de enero, creo que reflejan la combinación de los efectos de Navidad y Año Nuevo, porque las personas desarrollan síntomas aproximadamente en 5 días, y caen en UCI en 7 a 10 días, o antes en casos de grupos de riesgo. Entonces tenemos un grupo que se contagió en las compras navideñas y otro en navidad que hacen síntomas antes que termine diciembre y empiezan a presionar las UCI los primeros días de enero. Luego se juntan con los enfermos críticos de Año Nuevo, aproximadamente el día 10, afirma el físico.
Como se puede apreciar más claramente el gráfico de ocupación de de camas UCI en el país, que tiene a varias regiones colapsadas, la proporción semanal sube de forma acelerada entre el 7 y el 14 de enero, cuando llega a la cima en lo que va del mes.
Para el académico Rafael González, antes de esa fecha los enfermos graves correspondían plenamente a quienes hicieron síntomas en el período navideño (incluyendo días previos).
- Pero después del 7 de enero se internaron tres grupos, los enfermos rezagados de Navidad que se agravaron e internaron en este período, los de Año Nuevo y la primera porción de pacientes vinculados al inicio de Vacaciones.
En el gráfico se aprecia que la variación de camas tiene un descenso entre el 14 y el 18 de enero, un breve respiro que inmediatamente vuelve a subir.
Para el físico Rafael González, "esto se debe probablemente a que la internación de enfermos de fiestas de fin de año terminó y lo que sigue son los casos graves derivados de las vacaciones. Es decir, casi sin parar, se ha producido el acople entre dos grandes fuentes de propagación del virus".
El Niple
A la fecha ya hay más de un millón de permisos de vacaciones emitidos, y ante el colapso de las Unidades de Cuidados Intensivos que se vive en muchas regiones al norte y sur del país, desde el Colegio Médico hasta alcaldes han pedido que esta medida se revoque. En el informe epidemiológico de hoy 25 de enero se esperaba que ello sucediera, pero no ocurrió.
"En la reunión COVID de hoy día lunes, el Presidente ha designado a la subsecretaria Daza y a la subsecretaria Martorell para que elaboren un análisis con respecto al uso del permiso de vacaciones”, afirmó el ministro de Salud Enrique Paris.
Ello, ante el pronto recambio de veraneantes y sin ahondar en mayores detalles sobre el estudio ni la fecha en que estará listo, lo que fue consultado por la prensa.
"Falta el niple" dicen los gásfiter cuando algo falla, respuesta infalible pues nadie sabe qué es ni para que sirve.
"Los permisos de vacaciones dan certeza y ordena la situación y sigue una sugerencia del grupo asesor del Ministerio de Salud y una recomendación de la @WHO"
— Ministerio de Salud (@ministeriosalud) January 25, 2021
Ministro @DrEnriqueParis pic.twitter.com/mJkQ0NAwS6
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