Tenemos claro a estas alturas la dinámica de COVID-19. Las personas se contagian principalmente por estar en contacto con una persona contagiada sintomática o asintomática. Además, la evidencia es incontestable respecto al alto riesgo de lugares cerrados sin buena ventilación donde el virus puede permanecer suspendido.
Si la persona presenta síntomas es en promedio 5 días después de contagiarse y puede contagiar a otras desde antes de presentarlos. Muchos se someten a un test y son detectados, aunque en Chile cerca del 40% de los casos son reportados más de 14 días después desde que iniciaron síntomas. Para las personas que se agravan, desde que presentaron síntomas, pasan otros 7 a 10 días hasta que terminan en una cama crítica de hospital. Quienes fallecen lo hacen luego de luchar hasta por cerca de 8 semanas.
Si uno escucha lo que nos cuenta la autoridad, cada una de estas realidades queda sumergida entre anuncios optimistas y distorsiones de las cifras que nos muestran avanzando.
La dinámica de la enfermedad, por tanto, tiene un calendario de varias semanas por lo que con una adecuada pesquisa y en presencia de un aumento del contagio lo que uno esperaría es primero que nada un aumento de los casos, luego aumentarían las personas hospitalizadas y finalmente se observaría un alza en el número de fallecidos.
Sin embargo, se observa en varias comunas de Chile como la curva de fallecidos sube, pero la de los casos casi no aumenta o está bajando. Esto implica que la búsqueda de casos nuevos está fallando rotundamente. Uno puede hipotetizar que el incentivo de avanzar en el plan Paso a Paso estaría pasando la cuenta y algunas comunas estarían enfocadas en mostrar mejores indicadores para poder reducir las restricciones, aunque el contagio real esté subiendo. Que no hagan tests no significa que las personas no estén enfermas.
La Región Metropolitana es un ejemplo de esta anomalía grave. En los últimos 30 días los casos confirmados han bajado cerca de un 10%, sin embargo, las personas fallecidas han aumentado cerca de 25% en la última semana. Debieran encenderse las alarmas, no solo la alerta amarilla como sugiere el Colegio Médico. La figura siguiente muestra el total de personas fallecidas en RM por día y el promedio cada 7 días. Desde el 27 de octubre se ha visto un alza notoria, aunque no podemos asegurar que sea una tendencia que se siga sosteniendo por la mala calidad de los datos que entrega el Ministerio de Salud.
En la RM habitan más de ocho millones de personas, lo que observamos en la figura anterior es la suma de todas las comunas. El alza podría ser una combinación de situaciones: que algunas comunas estén bajando más lento que otras y pueda redundar en un alza momentáneo.
Sin embargo, al revisar caso a caso, nos encontramos con el peor escenario. Muchas de sus comunas (y en el país) tuvieron una fuerte alza de fallecimientos entre fines de septiembre y comienzos de octubre. El plan Fondéate en tu Casa fue mortal, sólo que no se registró en los casos y tampoco se nos informó transparentemente la subida en el número de fallecidos.
El siguiente gráfico con cifras de la comuna de Las Condes muestra las muertes y los casos totales COVID-19 acumulados cada cuatro semanas. El total de fallecidos se duplicó entre el 21 de septiembre y el 22 de octubre. Pero si comparamos con el número de casos, desfasado dos semanas atrás, observamos un alza de sólo un 18% entre 5 de septiembre y el 10 de octubre. El alza de fallecidos se ha sostenido en la comuna y pero no hay anuncios acerca de este empeoramiento.
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