Denunciante Desmiente a la Armada: "El Secuestro y el Boxeo son una Tradición"

Escuela Naval

Hace poco Renegado tuvo que ir de urgencia al hospital por una crisis de pánico que le provocó una fuerte alza de presión y que puso en riesgo su vida. El ex cadete ha sufrido por años las secuelas psicológicas y emocionales que le dejó su paso por la Escuela Naval, cuando apenas era un adolescente. Torturas, vejaciones, acoso sexual que experimentó o del que fue testigo fueron mermando su salud mental. Algunos recuerdos los bloqueó, pero junto a otros ex cadetes que vivieron lo mismo, ha logrado reconstruir la historia y encontrar apoyo y fortaleza para denunciar.

Quiero tener paz, dejar de sentirme culpable por lo que me pasó, que se sepan estas cosas y que se haga justicia. No quiero que ningún otro joven, por muchos errores que cometa o por muy malo que sea en lo militar, pase por el acoso y abuso que tuve que pasar. Que no pueda relacionarse con otras personas, que no pueda dormir tranquilo, que se levante en la noche con pánico o que tenga paranoia. Que en el fondo quede loco, como quedamos muchos de nosotros, por culpa de tradiciones y de malas prácticas dentro de la institución”.


Renegado quiso contarnos su historia y entregar las imágenes del Boxeo, otra “tradición” - junto al Secuestro - que se practica en la semana aniversario, las que muestran a oficiales presenciando el espectáculo. “Lo que desmiente el comunicado de la Armada”, afirma.


Brigadieres


En la Escuela Naval se está torturando y se están vulnerando los derechos humanos de los cadetes. Se está expulsando a gente de forma arbitraria, poco honesta y hay hechos de deshumanización muy graves”, afirma de entrada.


Tras la viralización de los videos sobre la práctica del Secuestro en la Escuela Naval  “nos juntamos y dijimos, bueno se filtraron las imágenes. Este es el momento de hablar”.


Como en toda institución militar - explica - la jerarquía manda. Los brigadieres (alumnos de Cuarto Año) pueden abusar o mentir respecto a los cadetes de cursos inferiores sin repercusiones, pues su palabra tiene prioridad. “Son los que llevan el régimen interno en la Escuela, los que hacen la guardia, mandan y hacen que las cosas funcionen. Son  supervisados por un teniente o un capitán, que son los oficiales de división".



Con su preparación y entrenamiento a punto de terminar, los brigadieres participan en los secuestros y en el boxeo, las dos actividades de la semana aniversario de la Escuela Naval que se celebra el 4 de agosto y las más reñidas con los Derechos Humanos, según Renegado


En los secuestros participan alumnos de tercero y cuarto año, mientras que en el boxeo los cadetes de cursos inferiores deben retar a los brigadieres. En ambos casos las víctimas son “voluntarios” que por cualquier razón han caído en desgracia a los ojos de sus compañeros.


- Uno da el consentimiento porque te adoctrinan de tal forma que crees que es parte de la tradición de la Escuela y de la Armada. Pero tampoco nadie puede decir que no quiere, negarse significa que te harán la vida imposible, desde los compañeros hasta los brigadieres y oficiales.  Te van a denostar, a humillar. El que no quiere se atiene a las consecuencias. Y esas son reglas no escritas, tradiciones. Ese fue el caso de una cadete mujer que se negó a participar en el boxeo y la acosaron, la castigaron, le inventaron faltas. 


Para el boxeo - describe - a los cadetes de primer y tercer año los colocan en una lista con los brigadieres y los más jóvenes anotan en un papel a qué brigadier quiere “pedirle guantes”. Y se arma un evento de boxeo con un ring, guantes, hasta con un enfermero y un Infante de Marina que supervisa la pelea. 

"Es una actividad principalmente para el disfrute de los oficiales y el resto del alumnado, para ver cómo pelean a combos un brigadier con un cadete. Y eso es pagado por supuesto con recursos fiscales, como deporte. 


En las imágenes se ve el infante de Marina que está supervisando, el cabo enfermero y las gorras y los uniformes de los oficiales qué están en primera fila disfrutando el espectáculo, lo cual echa por tierra el comunicado de la Armada 
desmintiendo que estas fueran actividades recurrentes. Eso es mentira, el Secuestro y el Boxeo son una tradición en la Escuela Naval".


La armada no puede desconocer el hecho de que son prácticas comunes e institucionalizadas. Y que digan que son cosas que se alejan de los reglamentos. Sí quizás se alejan de los reglamentos. Pero los reglamentos nunca se han respetado, porque lo que manda adentro es la tradición y las reglas tácitas, no habladas.


Nota: las imágenes precedentes muestran detalle de la fotografía de portada, donde se aprecian a oficiales en el público.


El detalle sobre el Secuestro es aún más escabroso que lo que se alcanza a ver en los videos ya difundidos. 


- Entre tercer y cuarto año juegan a secuestrarse. Las víctimas, son varias no una sola, no saben quienes son sus secuestradores.  Les vendan los ojos y los llevan a un “entrepuente” que es como una habitación colectiva, especialmente acondicionada para eso. Y lo amarran de pies y manos y le hacen preguntas para que hable en contra de personas por ejemplo, lo cual deriva en más golpes y más humillación de parte de los agresores.


Entre estas últimas, escribir palabras homofóbicas en el pecho de la víctima, como muestra un video. 


- No sabemos si él realmente es homosexual o no. El hecho fue que lo vulneraron y lo insultaron por su supuesta condición sexual, dentro de una suerte de jugarreta retorcida que se perpetra en la semana aniversario de la Escuela, donde se agrede se violenta y finalmente se tortura entre los mismos cadetes.


Los agresores buscan provocar mucho dolor sin dejar huellas y para eso cuentan con el apoyo de un oficial, dice Renegado.


- Los golpes son con la mano abierta y con toallas mojadas para causar el mayor dolor posible sin dejar marcas o secuelas. En este caso siempre hay un Infante de Marina que está supervisando la forma de golpear. Toma el tiempo y da las indicaciones para golpear provocando dolor y sin dejar marcas.


La duración de la tortura es relativa, dice Renegado. “Lo que se les ocurra. Por ejemplo en uno de los videos se muestra que dicen ya huevón déjalo dormir, pero lo dejan ahí amarrado y con los ojos vendados. No sé si lo habrán dejado dormir así o si lo soltaron después de un rato. A mí no me tocó, pero sí presencié cosas así, (los que no queríamos participar) dábamos un paso al costado, era todo lo que podíamos hacer.


Si bien los agresores son personas individuales, el abuso es parte de la tradición y así lo descubrían los cadetes cuando querían denunciar estas situaciones ante los superiores:


Era meterse en las patas de los caballos, porque al jefe se le hinchaba el pecho de orgullo de que esas tradiciones, de su época, se siguieran practicando hasta el día de hoy. Entonces te decían usted no se meta, qué le pasa, esto es una tradición”. Porque es algo sistemático que ocurre desde hace muchos años atrás.


El denunciante no sabe si los secuestros se practican contra mujeres cadetes, pero sí sabe casos de ataques sorpresa entre ellas y de acoso sexual.


Entre las cadetes mujeres en vez del tema de los secuestros se tiran huevos. Me acuerdo del caso de una chica que me contó que le tiraron 12 huevos a ella sola. Venía saliendo de las duchas y otra cadete de un curso superior la atacó y creo que los huevos algo tenían porque ella sentía un escozor en el cuerpo y en la cara. No era un huevo normal o quizás le tiraron una pelotilla de pimienta junto con los huevos. Ella no sabe, porque sólo atinó a cubrirse.


Respecto a acosos sexuales, afirma que: 


Hay muchas chicas que han vivido situaciones de acoso y abuso sexual y eso me parece súper grave, porque un teniente por ejemplo que se aproveche de acosar a una cadete femenina sabe que el día de mañana, en su desesperación, está cadete le puede decir “bueno, qué quieres que haga para que me deje de acosar” y de ahí para adelante todo sabemos lo que pasa.


Día tras día, noche tras noche


"La transformación de un joven estudiante en un Oficial, es el proceso formativo más importante de nuestra institución y la razón de ser de la Escuela Naval "Arturo Prat". Hoy, ser Oficial de Marina, tanto hombres como mujeres, deben ser profesionales, íntegros, líderes, cercanos, afectuosos, que motivan, enseñan y dan ejemplo a su gente. Esto es mucho más que una simple profesión, es una forma y estilo de vida, que requiere de mucha preparación”, se lee en la página de Admisión de la Escuela Naval.


Este mismo espíritu fue el que motivó a Renegado a entrar al mundo naval cuando era adolescente, y hasta hoy asegura que quiere a la Armada y que ese es uno de los motivos principales de su denuncia. 


- Tengo miedo por mí y por mi familia, pero quiero que esto se sepa para que paren, porque le están haciendo daño no solamente a las personas, sino también a la Armada de Chile que es tan necesaria para nuestro país. No tengo nada contra la institución,  amo a la Armada y a mi patria. Por eso entré, quería ser un oficial al servicio de su patria y de su pueblo. Pero adentro encontré con cosas atroces y eran un completamente contrarias a lo que para mí significa la preparación militar.


Además de los eventos anuales ya mencionados, están los abusos entre los pares, de una misma generación, que ocurren con frecuencia cualquier día o cualquier noche. Las víctimas son cadetes que caen mal a un grupo, por distintos motivos. Ese fue el caso de Renegado:


- Cometí errores al principio, mi personalidad quizás no cayó bien y tampoco rendía muy bien en lo físico y eso generó que empezaran a castigar a mi división por faltas mías. Se supone que eso se hace para generar espíritu de cuerpo, para que tus propios compañeros te ayuden, pero en vez de eso genera odio en tus pares, que deciden que no sirves y comienzan a hacer de todo para que te expulsen.


- Entre todos deciden quién se queda y quién se va - agrega - y muchas veces pasa que los que deciden son de familia naval o los que tienen la pachorra para decir “bueno el del lado me cae mal y le voy a hacer la vida imposible”. Y son jóvenes de 17 o 18 años como tú, que definen que el del lado no sirve para ser un oficial de la Armada ¿con qué criterio? parecen más caprichos infantiles y de inmadurez.


- Mis propios compañeros del curso no me dejaban dormir. Me botaban de la cama o me golpeaban mientras estaba durmiendo y se escondían rápidamente para que no los viera. En el baño común, cada uno tiene un lavamanos con sus artículos personales que tenía que estar siempre limpio y ordenado.  Yo lo dejaba inmaculado y después iba alguien y lo ensuciaba o mojaban mi toalla o algo sutil, como dejar una mancha de pasta de dientes, porque con eso me iban a castigar. 


Lo mismo pasaba con su cama.


- En muchas ocasiones recuerdo haber hecho mi cama perfectamente como dictaba la norma y haber vuelto de tomar desayuno y que estuviera deshecha. Si un oficial o un brigadier iba a pasar revista te retaba. Le explicaba que yo no había desordenado y el oficial le preguntaba al que estaba de guardia, por qué siempre se quedaba un compañero de generación de guardia, quien decía siempre que no había visto nada. Y me sancionaban, pero no al guardia que no había cumplido su labor. Hablé muchas veces de lo que me estaba pasando le dije a mis brigadieres, a mis tenientes, al oficial de división pero nadie hizo nada y yo seguía siendo responsable.


- El castigo típico era el llamado “Plantón 10” que se da mucho en la escuela y consiste básicamente en que te dejan parado en posición firme a las 22:00 horas. Y dentro de ese castigo muchas veces te obligaban a pararte con una carabina que eran las que usábamos para desfilar que pesa y molesta tenerla en los brazos. Podía durar media hora, pero lo podían prolongar lo que quisieran Los castigados se ordenan en tres filas, la primera fila son los de primer año y así sucesivamente. Y cuando terminaba el castigo se retiraban en orden para ir a dormir. Primero los de tercer año, después los segundos y por último los primeros. Es decir los más jóvenes estaban más tiempo castigados. Es la jerarquía del la antigüedad.


Renegado se quiebra varias veces al recordar su época de estudiante durante esta entrevista. Al hostigamiento de sus compañeros, se fue sumando el de cadetes de otras generaciones superiores y brigadieres.  


- La excusa es que te forman para el combate. Y creo que sí, que el entrenamiento a veces tiene que ser duro pero lo extra militar no corresponde. Por ejemplo, la Escuela hace intercambios con la Academia Naval de Annapolis de EE.UU. y recuerdo un cadete norteamericano que estuvo la escuela con nosotros y se sorprendió de lo brutal, agresivo y humillante que eran los tratos y estos supuestos entrenamientos. Vio como a los cadetes los humillaban y les hacían hacer ejercicio físico hasta prácticamente el desmayo, perpetrado por cadetes más antiguos, fuera por una sanción disciplinaria o por una falta que te inventaban nada más.


- Decía que nunca había visto algo parecido, que era arcaico, no sé si quiso decir tercermundista, pero yo creo que a eso se refería. Y ellos, en Estados Unidos, realmente se preparan para ir a pelear guerras. ¿Por qué razón nosotros, que nos jactamos de ser un país militarmente tan bueno, hacemos esto? 


Con el tiempo, Renegado comenzó a aislarse y deprimirse. Su familia notó que algo le sucedía, pero no fue capaz de contarles, porque quería seguir en la institución. 


- Era un niño, un adolescente, cuando pasó todo esto. En ese entonces me acuerdo que comía iba a trabajar, al baño, dormía y sería… si me preguntas por cosas que yo hice en ese tiempo, que pensaba o sentía, no me acuerdo.


Fue la sumatoria de maltratos lo que un día lo hizo reaccionar de mala forma, y generó su expulsión. 


- Me estaban molestando y les pedí que pararan, que pararan, que pararan… No ocurrió y exploté. No me acuerdo bien de lo que pasó, tuve una crisis y mi visión se fue a rojo. Cometí un acto del que hasta el día de hoy me arrepiento. Me echaron bajo amenaza, o firmaba o manchaban mi hoja de vida. Y firmé. 


No he vuelto a ser una persona normal - asegura - me siento culpable prácticamente de cualquier cosa que pase a mi alrededor. Hasta el día de hoy de repente me siento culpable de haber firmado la renuncia y no haber seguido peleando. Lamentablemente mi estado psicológico en ese entonces no me lo permitió y yo estaba tomando pastillas bajo tratamiento y las dejé de golpe porque no tuve apoyo de nadie y eso también me hizo mal.


Según el ex cadete, la Escuela Naval sabía de sus problemas psicológicos generados en la propia institución y del tratamiento que seguía. Sin embargo salió de allí sin ningún apoyo, debiendo enfrentar las consecuencias cotidianas de su estado.


- Le agradezco enormemente a mi pareja, que me ha ayudado a controlarme. Cuando me ve mal y me pongo en actitud de defensa ella me calma. Tengo que ir al psiquiatra para que me cambien los medicamentos, pero todo esto lo tengo que financiar de mi bolsillo y me ha costado mucho tener una pega normal y estable, porque ahora estoy relativamente bien con harta ansiedad pero no tanta depresión, pero en mis tiempos de depresión de repente no podía levantarme de la cama. Entonces no quería entrar a trabajar a algo formal porque eso me iba a hacer perder la pega por no cumplir y a mí me gusta cumplir. 


Pese al miedo y los resguardos que toma para proteger su identidad, las denuncias que está realizando Renegado junto a ex compañeros que vivieron situaciones similares, le ha dado un nuevo aliento. Dice que están en proceso de “ordenar nuestras ideas para decidir qué hacemos y en este caso estamos aprovechando este momento para que se empiecen a saber las cosas. Espero que se pueda realizar una demanda colectiva en el futuro, para que realmente podamos tener justicia".


Créditos imágenes: 

Boxeo, ex cadete denunciante

Cadetes masculinos y femeninos, Admisión de Escuela Naval.


5 comentarios:

  1. También estamos pasando el mismo problema con un nieto,el abuso,las burlas,y la vulneración del derecho a los cadetes es abismante.
    Afortunadamente,mi nieto es inteligente y puede sacar una carrera universitaria más decente y pulcra y ojalá salga de las garras de todos esos rastreros y cagas de oficiales mediocres que existen y dan cátedra en ese centro de tortura como lo es la escuela naval.

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  2. Ojalá hagan ver a las generaciones las frustraciones y desencantos que hacen pasar a los cadetes,y muestran la escuela naval cómo la institución más pulcra para los aspirantes,y estando dentro a estos oficiales rastreros,ladrones,corrompidos lo convierten en un centro de torturas y violaciones,castas que forman solo para los burros de los hijos de oficiales rastreros y almirantes así le salvan el futuro para que más adelante sigan el mismo ejemplo de sus castas o sea RASTREROS,VIOLADORES,TORTURADORES.sin importar la inteligencia del cadete.
    Por esto y más no dejen que sus hijos entren a este centro de torturas y violaciones de derechos,cómo lo es la asquerosa ESCUELA NAVAL

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  3. es una institución militar que prepara hombres para ir a la guerra, no sé que esperabas con entrar a la escuela, no es un campamento scout.

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