Senado de Chile rechaza acusación contra Victor Pérez.
Me da vergüenza enseñar DDHH a estudiantes que ven esperanzados el Derecho como un instrumento al servicio de la Justicia.
Me da vergüenza un grupo de Senadores siempre al servicio de la impunidad.
Hoy, me da vergüenza Chile escribió en su cuenta de Twitter el Doctor en Derecho y Académico Universidad de Chile Claudio Nash, enlazando directamente su mensaje a la cuenta del Senado.
El juicio político contra el ex ministro del Interior Víctor Pérez fracasó gracias a los votos en contra de los senadores del PPD y el PDC Jaime Quintana, Felipe Harboe, Francisco Huenchumilla y Jorge Pizarro, pero también por las abstenciones (que en este caso es lo mismo que rechazar) de Guido Girardi, Jorge Soria y Carolina Goic.
Para el consultor de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, los tres poderes del Estado - Ejecutivo, Legislativo y Judicial -, con tal de proteger el modelo vigente, están orillando a la ciudadanía a ver que la única alternativa es la movilización social.
Según Nash en todos los ámbitos las autoridades se niegan a dar respuesta a los temas pendientes en Derechos Humanos y a protegerlos, al tiempo que intentan frustrar las legítimas demandas expectativas de la ciudadanía expresadas en el plebiscito del 25 de octubre. efectivamente los Derechos Humanos.
Para explicar sus puntos Claudio Nash creó un hilo en la red de Twitter titulado ¿Ahora cómo seguimos? Que reproducimos íntegramente en este artículo:
¿Ahora cómo seguimos?
¿Cómo enfrentar los desafíos en DDHH en un contexto hostil? La lección del 18O es que la única forma que tiene el pueblo de expresarse y conseguir algunos resultados es a través de la movilización social.
Tenemos 5 desafíos urgentes en DDHH: violaciones de la dictadura, fallas estructurales del sistema vigente en Descriptores en Ciencias de la Salud (DECS), violaciones de la revuelta, efectos de de la pandemia y proceso constituyente.
El contexto que tenemos que enfrentar: gobierno dispuesto a reprimir y violar gravemente los DDHH a fin de mantener el sistema; Senado con una sólida mayoría para apoyar al gobierno en sus afanes represivos.
Un Poder Judicial que no ha estado dispuesto a proteger efectivamente los DDHH y sí ha usado su poder para perseguir a quienes se levantaron contra el modelo vigente; y un Ministerio Público sin un compromiso con una investigación efectiva de las graves violaciones de DDHH.
Un proceso constituyente que va siendo cooptado por los partidos políticos y por una minoría representativa de intereses ligados al mantenimiento de las bases del modelo vigente corre el riesgo de frustrar las legítimas expectativas expresadas el 25/10.
Además, sectores políticos y económicos que parecen haber olvidado que fue la pandemia la que puso en pausa el movimiento del 18O; la masiva participación en el plebiscito 18O es una oportunidad, no un cheque en blanco.
El Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) deben dar respuesta a los temas pendientes en DDHH y si no lo hacen, es legítimo que se les exija.
La participación en el proceso constituyente sigue siendo una opción viable; las exigencias de Verdad, Justicia y Reparación por las graves violaciones de DDHH de ayer y hoy, son un imperativo ético y legal; las demandas por cambios socioeconómicos siguen plenamente vigentes y deben tener respuesta hoy.
Seguir perfeccionando el Acuerdo del 15/11/2019 no sólo es legítimo, sino que es necesario. Ampliar la participación y representación de quienes participarán, permitir acuerdos que no sean capturados por una minoría, son cuestiones razonables de discutir en la misma instancia que generó el acuerdo. Todo lo que permita una mejor deliberación le dará legitimidad al Acuerdo Constitucional.
Las movilizaciones y la protesta social son plenamente compatibles con un contexto constituyente. Así un momento constituyente es un proceso más complejo que la sola redacción de un nuevo texto, es la oportunidad de decidir por parte de sectores históricamente silenciados.
Imagen: mural y fotografía de Claudio Caiozzi @Caiozzama
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